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Cursé toda mi escolaridad. Desde los 4 años hasta los 18. Por tanto, sé de lo que hablo.

Colegio totalmente clasista. Las monjas marcaban mucho la diferencia entre si vivías en el barrio de Casablanca y eras hija de un obrero o si vivías en zonas más elitistas y eras hija de un médico o un ingeniero.

Los profesores bastante mediocres e hijos de antiguos alumnos. Te obligaban a asistir a clases de refuerzo con los "profesores" que elegían (alumnos de cursos superiores) si tenías dificultades con las matemáticas, aunque no pudieras pagarlas. Si no ibas con esos "profesores", te pedían un justificante como que ibas a una academia o con otros profesores. Era flipante.

Educación y métodos arcaicos, en los que no se potencian las cualidades personales. Solo se centran en los dos o tres que sacan mejores notas en cada clase. Del resto del alumnado pasan. No prestan atención a los alumnos con dificultades. Incluso llegan a humillar a alumnos y a meterse en sus vidas privadas, amparándose en la "ignorancia" y poca experiencia vital de los adolescentes.

Como simple anécdota, para que se vea el nivel el colegio: en clase perdí una regla muy mona, de corazones azules, pequeña, de unos 15 cm. con una esquina rota. Pues bien, unos días después la veo en el estuche de la Madre María José (profesora de Historia y Música).

Desde luego, es el último colegio al que llevaría a mis hijos.

Yo pienso, como madre, que una profesora con un piercing en la nariz en un centro educativo e impartiendo clases a niños no es lo más adecuado. Creo que se debería de cuidar más la imagen del colegio que es el espejo en el que se ven nuestros hijos, así como la vestimenta o un calzado elegante. Es una opinión. No considero que deban los profesores ir de gala, pero sí limpios y bien vestidos.

El Ferrari va mejorando. Es preferible la pública a la concertada, que tiene mucha fachada pero está vacía y no se hace casi caso al alumno cuando hay un problema o se ignora.