CEIP TOMÁS DE IRIARTE

Decido expresar ahora mi preocupación por el sufrimiento de otras familias cercanas durante los últimos cuatro años en el colegio, el cual, lejos de mejorar, ha empeorado tanto en la calidad de la enseñanza como en la relación con los alumnos y las familias. Mi intención es apoyar a esas familias que están atravesando una difícil decisión de cambiar a sus hijos de centro, sabiendo por experiencia propia lo complicado que puede resultar la adaptación en un cambio así.

Me sorprende ver el deterioro del colegio y al mismo tiempo me siento aliviada por haber tomado la decisión de sacar a mis hijos de allí en 2019. Desde 2004, cuando inscribimos a mi hijo mayor en el Mirabal Infantil, fuimos testigos de una constante salida de profesorado cualificado y experimentado, y de un empeoramiento progresivo en los servicios de comedor, transporte y hasta la escuela de música. La calidad de la enseñanza de idiomas también se vio afectada, como lo demuestra el caso de uno de mis hijos que estuvo todo un año sin recibir clases de alemán debido a la falta de disciplina tolerada por el colegio.

Creo que desde que tomaron la decisión de preparar el colegio para su venta a un fondo de inversión, los recortes fueron evidentes. A pesar de todo, me quedo con los buenos momentos vividos en el colegio, las amistades formadas y las maravillosas familias que conocimos. Me entristece ver cómo otros padres y alumnos atraviesan una mala experiencia al abandonar el colegio, pero quiero transmitir un mensaje de esperanza, pues no todos los centros educativos funcionan de la misma manera y los niños pueden adaptarse de forma positiva a un cambio a mejor.

es una escuela de mierda y la educacion es una basura, no la recomiendo las instalaciones parecen una carcel y encima es de pijos

Buen colegio , tienen hasta Secundaria