EPA Núria Vilella

Un centro religioso atrapado en la agenda 2030. Éste centro se esconde bajo el paraguas diocesano porque son él, no hay nada que ofrecer. Y si lo que tienen que ofrecer es misas, rezos, plegarias, odas, salmos y profecías apocalípticas que les están haciendo aprender a los alumnos. Seguro que el profesor de educación física de primaria,por llamarlo de alguna manera, le vendría bien estás enseñanzas. Así tendría algo que poner en su currículum de vergüenza

Precioso colegio, familiar, un ambiente perfecto

Las instalaciones son una cosa de otro mundo pero el profesorado tiene infulas de grandeza, puntuan al alumnado como si tuvieran tesis doctorales los crios, la verdad, dan pena,