Información sobre CEIP VICENTE FERRER

No ha mejorado nada, ahora tapan las situaciones de acoso escolar y cuando lo denuncias encuentran la manera de borrarlo de los foros y de las reseñas, yo hago un ciclo medio de farmacia y es una locura como chicas de 30 años acosan a niñas de 16 frente a los profesores.

Continuas faltas de respeto, odio, y trato de favor a los favoritos de la profesora en mediación comunicativa, el peor centro

He tenido a mis hijos en este centro durante varios cursos, y precisamente por eso considero importante dejar una valoración completa y honesta.

Quiero empezar destacando algo fundamental: las tutoras que ha tenido mi hijo han sido profesionales excepcionales. Han trabajado con sensibilidad, implicación y un cuidado real por el bienestar del niño. Gracias a ellas, sigo en este centro escolar.

Sin embargo, la experiencia con mi hija de 4 años ha sido radicalmente distinta. Su tutora ha mostrado una actitud que percibo como de soberbia estructural, amparada en una sensación de impunidad que ella misma define como tener la conciencia tranquila. No ha habido autocrítica ni revisión de actuaciones, pese a las consecuencias visibles en una niña tan pequeña.

A esta situación se suma la actuación de la jefatura de estudios, cuyos comentarios sobre mi hija considero inadecuados y dañinos, tanto por su contenido como por el contexto en el que se realizaron. Este tipo de valoraciones, lejos de proteger al menor, han tenido un impacto negativo en su autoestima y en su vivencia del colegio.

Me parece especialmente grave que, ante el desacuerdo de una familia con determinadas actuaciones del centro, se normalice la derivación a Servicios Sociales, apoyada en informes sobre las familias que los propios padres no pueden ver ni conocer. Esta falta de transparencia genera indefensión y rompe cualquier relación de confianza.

Por último, la dirección del centro no ha sido sincera ni clara en su comunicación conmigo como madre, lo que ha agravado aún más la situación en lugar de contribuir a resolverla. Aplaudo la cobardía de no decirme ni una sola verdad en una hora y media de reunión crítica para mi familia. Con protocolos abiertos con mentiras y derivaciones a servicios sociales.

Mi hija es una niña alegre, segura y feliz fuera del entorno escolar, y su rechazo al colegio ha sido una señal que como madre no puedo ignorar.

Comparto esta experiencia con respeto, pero también con responsabilidad. Creo que otros padres merecen conocer no solo los aciertos del centro, que los hay, sino también estas dinámicas internas, para que puedan valorar con plena conciencia dónde escolarizan a sus hijos.