IES Salvador Seguí

Centro de referencia en Oviedo.
Centro de la ciudad, profesionales de la educación, innovación educativa, cercanía y acompañamiento con el alumnado, valores humanos, metodologías activas...
Mi hija está feliz desde que forma parte de esta comunidad educativa.

En el centro, la situación es complicada. El grupo de inversores de Inspired parece desvinculado de lo que ocurre en el día a día, aunque no son precisamente un modelo de altruismo. La dirección general opera como una mafia que se nutre y protege a sus diferentes clanes, entre los que se encuentran el de secundaria, primaria, comité, deportes y música. Cada uno de estos clanes tiene su propio modo de actuar, priorizando sus intereses particulares, pero todos comparten un rasgo común: cuentan con un grupo de profesores que actúan como cómplices y esbirros. Mientras tanto, hay otros docentes que se enfocan en su labor, sin querer involucrarse en estas dinámicas de clan, y que valoran el mérito, la disciplina, la exigencia educativa y los valores.

No todos son perfectos, pero en el Colegio Mirabal se premia la mediocridad y la sumisión de quienes se alinean con los clanes. Aquellos que no se someten a estas dinámicas suelen enfrentar consecuencias, como clases desfavorables, tutorías deficientes, reducciones de jornada, agravios comparativos, contratos basura para personal altamente capacitado, discriminación en los pasillos y la negación de un saludo. Lo que ocurre aquí es absolutamente vergonzoso, la prioridad parece ser conceder calificaciones sin mérito y mantener a sus cómplices en una posición privilegiada. Adiós, Mirabal.

Mejor no saberlo. De lo peor de Oviedo