CEIP Maestro Enrique Díaz Ferreras, información y opiniones

Soy ex alumna de este colegio, de hecho lo dejé hace bastante. Si aún estáis a tiempo de no matricular a vuestros hijos aquí, por favor hacedme caso. Si queréis a vuestros hijos no los metáis a El Plantío ISV, es una experiencia traumática, a día de hoy estoy en la universidad y a veces me vienen flashbacks de la mierda que viví durante los años de ESO antes de cambiarme para bachiller, debido a la experiencia nefasta que viví. La mayoría de profesores negligentes y sin ganas de enseñar, sobre todo si te consideran tonto, y ya puedes estar con la mayor depresión de tu vida y con ganas de matarte que no van a hacer nada por entenderte, sólo eres un número. Las instalaciones dejan mucho que desear, antigua directora pegaba a niños y es un colegio únicamente enfocado en ciencias. No fomentan la creatividad en absoluto y más que apoyarte a seguir adelante hacen todo lo posible por hundirte. La gente me hizo la vida imposible (salvo unos pocos), son todos hijos de mami y papi que se piensan que son mejores que tú en todo, y cuando les demuestras que no es así sienten envidia y te discriminan por ello. Seguramente nadie haya leído esto, pero si alguien lo ha hecho, por favor tenlo en cuenta.

Un desastre de instituto..Desde el primer día clasifican a los alumnos y discriminan a los que no están en las clases de privilegiados. El director un soberbio, imposible razonar con él y el corporativismo despreciable es absoluto. A mi hija la hundieron por no querer relacionarse con la hija de una profesora. La hija de la profesora la apartó del resto de grupo y a mí me lo pintaban al revés. Mi hija pasaba los recreos sola en el baño y llegó a enfermar y la hundieron del todo. Salió de allí y todo fue maravilloso.
Son unos inútiles resolviendo conflictos, es más, los generan ellos. El único que vale es Alfonso, el profesor de música, completamente vocacional y admirable. El resto solo van a hablar de su libro.

Un año estuvo mi hija en ese centro. Y consiguieron que no quisiera volver a salir de casa. Y no solo "no ir al instituto". No. Llegó a un punto en el que no podía atravesar la puerta de casa sin tener un ataque de ansiedad.
A los profesores les daba igual si faltaba o no faltaba y lo mal que lo pasaba. Pero para los eventos y juegos siempre hubo tiempo.
No sé como será ahora, esto ocurrió hace unos años. Solo espero, que hayan mejorado mínimamente.