Colegio CIUDAD DEL CAMPO

La profesora de música es la peor está amarga y el director. No se complica la vida solo pone partes o expulsiones.NO RECOMIENDO EL COLEGIO le doy media estrella y por qué no se puede poner cero.

La escuela de música y algunos cursos de la eso es cierto que se necesita un cambio ya, es el momento de esos cambios drásticos y necesarios en la gestión. Cambios de personal y sangre nueva ya!!!!!!!!

Buenas noticias para el colegio Mirabal: la jubilación de la actual directora "Charo" abre la puerta a nuevas iniciativas que podrían revitalizar la comunidad educativa. Sin embargo, el panorama que deja tras de sí es absolutamente desolador.

La señora Caballero afronta un reto enorme. El centro se encuentra en una decadencia preocupante: familias, alumnos y profesores abandonan la institución en cifras inéditas. La rotación del profesorado es constante, la estabilidad laboral prácticamente inexistente, y las quejas se acumulan sin respuesta alguna.

En SECUNDARIA y BACHILLERATO la situación es crítica. El número de estudiantes disminuye año tras año, mientras se maquillan resultados académicos con calificaciones infladas. Los profesores, bajo la amenaza del despido, se ven forzados a otorgar notas que no reflejan la realidad. Los mejores docentes, aquellos que dieron prestigio al colegio, han terminado marchándose o siendo despedidos sin explicaciones convincentes. Gestión deficiente por parte de la señora Congosto que bajo la protección de Charo, no ha sabido actualizarse a los cambios educativos, socialies y laborales. ¡Dimisión!

La ESCUELA DE MÚSICA no escapa al desastre. El proyecto, bajo la gestión del actual coordinador, a quién le viene grande y ha llevado a la ruina, parece condenado a la desaparición: cada vez menos alumnos, aulas en condiciones deplorables, desorganización, amigo de la actual directora (por eso su protección) calidad deficiente y un sistema de favoritismos y amiguismos entre algunos de sus colegas que mina cualquier intento de profesionalidad. Los resultados académicos, una vez más, son manipulados, y la gestión económica no cuadra: el número de alumnos y de profesores nunca coincide con la realidad. Solo buscan la estabilidad de 4. ¡Dimisión!

La dirección técnica de Secundaria agrava el problema: rotación constante de docentes, falta de disciplina, pésima organización y un servicio que no responde a las necesidades de las familias.

Nosotros hemos decidido sacar a nuestros hijos del colegio. Duele hacerlo, porque fui alumno de este centro en el pasado y guardo buenos recuerdos. Pero mientras persista esta gestión basada en la improvisación, el amiguismo y la falta de transparencia, no volveremos.