Colegio Liceo Francés, información y opiniones

En mi caso, el Liceo Sevilla, gestionado por el Grupo Odysee, no cumple lo ofertado:
Instalaciones deportivas incumplidas
Se anunciaba un convenio con pabellones deportivos y actividades extraescolares regladas, pero la realidad ha sido desastrosa. O, cuando finalmente se organizan, resultan improvisadas, con horarios cambiantes y sin material adecuado.
Profesores sin la titulación española exigida
Muchos docentes provienen de un acuerdo con Francia, lo cual está bien para intercambios puntuales, pero aquí se usan para cubrir plantilla. Varios no poseen la homologación o preparación pedagógica exigida por el Ministerio de Educación de España, lo que se traduce en clases poco profesionales y temarios mal adaptados.
Casos de acoso escolar sin respuesta eficaz
Mi hijo vivió situaciones de acoso reiterado. A pesar de que lo comunicamos a dirección y coordinación, la supuesta política de convivencia brilló por su inacción: sin protocolos claros, sin apoyo psicológico y sin consecuencias reales para los agresores.
En definitiva, mi experiencia ha sido la de una gran decepción: tiempo y dinero invertidos en un proyecto educativo que no ofrece ni las mínimas garantías de calidad, seguridad ni profesionalidad. No lo recomendaría a ninguna familia que busque un entorno formativo serio y riguroso.

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Mi experiencia en el Liceo Sevilla ha sido decepcionante. El programa de estudios no prepara al alumnado para el bachillerato ni para la prueba de acceso a la universidad pública española, de modo que quienes buscan carreras exigentes deben recurrir a clases externas o cambiar de centro.

Las aulas están repartidas en un edificio de oficinas. No hay patios amplios ni un campus deportivo propio, y aunque existe un laboratorio, sus recursos son limitados. El entorno transmite una sensación de provisionalidad que no encaja con la imagen de prestigio que se publicita.

La disciplina es rígida hasta parecer cuartelaria. Las normas se aplican sin espacio para la autonomía del estudiante y las decisiones relevantes se comunican tarde o sin verdadera consulta a las familias.

El centro cuenta con algunos profesores entregados, pero la contratación no siempre exige la especialización adecuada lo que impide consolidar un proyecto pedagógico estable.

También he observado casos de acoso que se gestionan con lentitud. El protocolo existe sobre el papel, pero la respuesta real llega tarde y las familias se sienten desprotegidas.

En resumen, si buscas una educación sólida, con continuidad internacional y un entorno diseñado para el desarrollo integral, el Liceo Sevilla no responde a esas expectativas.

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Lo peor. Clases masificadas de 30 alumnos en primaria. Profesores que no atienden a los alumnos con respeto. Casos de bullying que se tapan y en los que las familias solo tienen la opción de irse. Algunos profesores son muy buenos, pero lamentablemente quedan ensombrecidos.

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